SONIA dice:
Hacia un año ya que no visitaba mi tierra y, como lo dije en diálogos anteriores, con cambios o no, tenia muchas ganas de volver.
Tengo que reconocer que el Palacio Municipal se ve bastante “palacio” por lo menos en su fachada, así que, aunque no me retracto respecto a lo que he dicho de conservar monumentos tengo que reconocer que como imagen es bastante bueno.
El año anterior tuve la oportunidad de ser maestra de ceremonias en el certamen de belleza que, aunque algunos les parece que se ha salido totalmente de lo tradicional (estoy de acuerdo), a otros les resulta mas atractivo. Yo solo puedo decir que en dos ocasiones me ha dado trabajo y la oportunidad de que mi gente conozca lo que sé hacer. En esta ocasión no pude estar presente en dicho certamen (finalmente tampoco me invitaron) pero llegué a la ciudad dos días después y no precisamente para la feria, pero ya estando aquí pues que mejor que empaparse un poquito de ese ambiente.
Siempre había aplaudido el que tuviéramos un foro alternativo al cual asistir, sobre todo aquellos a quienes no nos gusta ir a la plaza de toros y tenemos un gusto diferente en cuanto a música y esparcimiento se refiere. Y este año, sin haber leído el programa me acerque un par de veces y mi sorpresa fue que el foro de alternativo ya no tenia gran cosa, por lo menos no los días que fui. Digamos que era una réplica de lo que se presentaba en la plaza de toros o en los recibimientos y no estoy ni criticando ni diciendo que los músicos que “amenizaron” en el jardín sean malos, al contrario, dentro de sus géneros son bastante buenos solo estoy diciendo que muy poco se le dio gusto al resto de la gente que también queremos vivir la feria.
El programa cultural de este año presento nuevamente a las escuelas de danza locales y a algunas de los alrededores, así como jóvenes de la tercera edad y la chirimía pero lo demás me parece que se pudo haber metido a algún salón para dejar que este foro siguiera siendo de las minorías (que no somos tan poquitas). Supongo que la idea era tener eventos gratuitos para la gente que no tiene la posibilidad de comprar un boleto.
A propósito de eventos gratuitos y de calidad gracias al H. Ayuntamiento por regalarnos el gusto de escuchar a la sinfónica de la Defensa Nacional en la Alameda que como se pudieron dar cuenta hubo bastante aforo... suficiente señal de que a nuestra gente le gusta como dijera mi amigo Salvador Negrete “lo bueno, tranquilo y delicioso”.
BRIGIDO comenta:
Yo tan solo pude asistir un fin de semana a la Feria de El Grullo. De los eventos culturales no puedo opinar mucho, puesto que no pude asistir, lo que si les puedo comentar es que se realizaron varias reubicaciones a lo acostumbrado en ferias anteriores en El Grullo, y ya que está de más mencionarlas todas, basta con decir que en el Jardín se vio mucho mas movimiento que otros años. Razones podemos exprimir bastantes, como el caso de los puestos de alimentos, los eventos culturales, pero lo importante es que, desde mi punto de vista, la reubicación fue buena. Aunque no he escuchado comentarios negativos, esto no quiere decir que no los haya, o que la reubicación fue un acierto. Los hubo, pero no los escuchamos, y es muy interesante escuchar las opiniones, sus verdades, que podrán ser ajenas a las demás, pero esa diversidad, es a lo que le llamamos democracia.
Me hubiera gustado tener la oportunidad de haber escuchado el concierto de la Sinfónica. De ese evento solo me comentaron que el escenario era muy pequeño al igual, que no tenía la acústica que los mismos de la Sinfónica se esperaban.
La Seguridad aumentó ese día, militares patrullaban en El Grullo. Desearía que las rondas de los militares fueran constantes, porque curiosamente, desde el 2006 a la fecha ya no se instalan como antes, puede que se deba al llamado del Presidente de la República a la lucha contra el narcotráfico, y sobre todo de algunos resultados que han arrojado la CIA y la DEA, en el norte del país de la existencia de narco-presidentes municipales, donde la seguridad de sus municipios va la baja. Esperemos que esas tendencias no lleguen a El Grullo, ya que estos temas son delicados y confío que los asesinatos en días pasados así como la desaparición de un menor, sean pura casualidad.
NÉSTOR opina:
Yo no sé realmente como funciona la organización de las fiestas, o La Feria de El Grullo. Sabía, por lo menos del tiempo que soy consciente, que año con año se nombraba un comité ciudadano para la tarea de planear los eventos de carácter oficial, es decir, los culturales que ocurrían en la explanada del jardín, las serenatas de la banda municipal, y la elección de la reina de las fiestas, en la que participaban los gremios de los pollos y choferes, y no sé si también los bailes de coronación y de clausura, y este comité se esmeraba en superar al anterior. Y por su parte, la iniciativa privada se hacía cargo de los recibimientos, bailes, presentaciones de grupos y cantantes, peleas de gallos, jaripeos y corridas de toros. Los juegos mecánicos se instalaban a un costado del jardín, también los futbolitos, el tiro al blanco y otros juegos, a veces había otras atracciones y las camionetas que vendían cobijas y trastes, y también los puestos de tacos, enchiladas, y demás comedera, y las famosas terrazas en las que se vendía y consumía alcohol. Todo esto con sus debidos permisos por parte del ayuntamiento. El ambiente de fiesta se vivía y respiraba desde que el barco del día hacía su desfile a la plaza de toros, hasta que el del día siguiente llevaba la farola y al final se apagaban los juegos mecánicos en la noche. Me parece que esa organización funcionaba. Había mucho que hacer, mucho que ver y mucha diversión, y sobre todo, opciones para todos.
Pero ahora de plano no sé como funcionen y de las últimas ediciones de las fiestas, específicamente la de este año, solo me quedo con muchas dudas: ¿Se sigue formando ese comité ciudadano? ¿Es lo mejor que se puede conseguir y presentar en el jardín? ¿No hay lugar para expresiones artísticas alternativas? ¿Por qué presentar a una orquesta sinfónica de tal calidad y prestigio en un foro sin la acústica ni características adecuadas para apreciar debidamente su interpretación? ¿Esta bien que las candidatas sean en su mayoría menores de edad? ¿Por qué ya no hay bailes en los que las botas y sombrero se cambiaban por el vestido de noche y el traje? ¿Los eventos en la plaza de toros, son organizados por el ayuntamiento, o por la empresa del presidente municipal? ¿El mejor lugar para instalar brincolines y puestos de comida es sobre el jardín, desluciéndolo y quitando espacio para caminar tranquilos? ¿Los juegos mecánicos estorban o simplemente se privilegia a los consumidores de alcohol por encima de las familias y niños que disfrutan sanamente de las fiestas? ¿Por qué exponer a los niños y adolescentes a pasar por donde hay gente consumiendo alcohol y donde los pleitos y botellazos son comunes, o dar un rodeo para ir a los juegos mecánicos? ¿Por qué se puede vender alcohol a menores de edad, y además, en la vía pública? ¿Por qué el ambiente de fiesta solo está relacionado con el alcohol y se concentra en media calle de la ciudad? ¿Por qué no invertir las cosas y mandar el callejón a donde se mandaron los juegos mecánicos y ahí restringir la entrada a menores de edad? ¿Por qué no hay opciones para aquellos que tienen gustos diferentes y no encuentran un solo lugar abierto para divertirse y no les queda más remedio que ir a nuestra versión del callejón del vicio autlense?
Creo que estas dudas tienen que ver con el hecho de que formo parte de las minorías. Porque si algo es cierto, es que la inmensa mayoría, esa a la que le gusta el ambiente de los toros, el callejón, el tamborazo, y el alcohol, no tiene ninguna queja y si acaso se quejarán, será de que no se presentaron bandas más famosas y que el espacio del callejón es insuficiente y que ahí se vende la cerveza más mala de México. A ellos, me atrevo a decir, les importa un comino lo demás. En ese caso, la organización de las fiestas es casi perfecta, pues son fiestas hechas solo para ellos.
Pero como no estoy para ser un amargado, este año, el fin de semana que estuve ahí, fui al concierto de la sinfónica del ejército, cené tacos en el jardín, vi la presentación del ballet de Sisa, y cuando se me antojó una cervecita, seguí la consigna de: si no puedes con ellos, (o si no tienes más remedio) únete a ellos, y ahí estuve cotorreando sabroso en el callejón, a pesar del ruido, los empujones, los pleitos, el olor a cerveza rancia, y emprendiendo una odisea cada que tenia que ir al baño, porque eso si, aunque me digan que qué tenía que hacer ahí, para quien menos está hecho el callejón, es para discapacitados, y mucho menos la plaza de toros, por eso no fui. ¡Nos vemos en las próximas fiestas!
