“El Grullo no
tiene vocación cultural”. Sentencia difícil de asimilar, más aún cuando quien
la dicta es la autoridad en materia cultural de este país. Quien ha trabajado
por el arte y la cultura en esta ciudad, lo negará con vehemencia. Sin embargo,
estas palabras fueron dichas por la responsable de CONACULTA en Jalisco cuando
las autoridades municipales se presentaron para solicitar apoyos para proyectos
y programas hace tres años.
Esto ocurrió entre una disminución
sensible de la actividad de las organizaciones contraculturales y de tres años
de una escasa, difusa e inconstante oferta oficial. Lo que ocasionó una laguna
que empobreció la vida cultural de la población. A partir de ahí, los esfuerzos
oficiales redituaron en el restablecimiento de las relaciones con la Secretaría
de Cultura de Jalisco y el mencionado CONACULTA, lo que se vio reflejado en uno
de los mayores logros en materia cultural de los últimos años, la conformación
de la Orquesta Sinfónica Juvenil, entre otros no menos importantes.
Pero los focos rojos se han encendido de
nuevo. La actividad contracultural y alternativa sigue disminuyendo, y en
cuanto a lo oficial, a la administración municipal regresan tanto el PAN como
quien encabezó al ayuntamiento los tres años en los que la cultura fue puesta
al margen de la vida de la comunidad. Podemos otorgar el beneficio de la duda
respecto del presidente municipal electo, pensando en que si bien se descuidó
este renglón en su pasada administración, en esta nueva oportunidad corregirá y
le dará el lugar que corresponde.
¿Podemos decir lo mismo del PAN? En los
últimos días, dos proyectos municipales en materia cultural han sido bloqueados
por los regidores del PAN. Proyectos trascendentes, importantes e invaluables.
En primer lugar, el financiamiento para terminar la construcción de la Casa de
la Cultura. Luego de obtener un millón y medio de pesos para tal fin, con la
obligación de parte del ayuntamiento de aportar la misma cantidad, se propuso
solicitar un crédito, lo que fue rechazado por la oposición. ¿De qué otra
manera se podrán obtener los recursos? ¿Ya como partido en el poder buscarán
conseguirlo, terminar entonces la Casa de la Cultura y poder presumir que
fueron ellos quienes lo hicieron?
El otro proyecto fue la cesión en comodato
del edificio de la antigua presidencia municipal a la asociación que
administrará el Museo de El Grullo, para que pueda instalarse definitivamente
ahí luego de años de no tener un espacio propio. Además, el Gobierno del
Estado, en caso de concretarse esta cesión, aportaría los recursos materiales y
humanos para la correcta instalación del museo. En materia cultural, un museo
es piedra angular en la vida de una comunidad. En un museo se pueden llevar a
cabo todas las actividades culturales que necesita la ciudad: exposiciones,
conciertos, talleres, cursos, presentaciones de libros, conferencias, lecturas,
etc. No hay mejor lugar, y nada es tan necesario para la vida cultural de una
ciudad, que un museo.
Además, este año se celebran los 100 años
de vida como municipio de El Grullo, y celebrarlo con la instalación definitiva
del lugar que resguardará la memoria de la comunidad y la pondrá al alcance de
todos, habitantes y visitantes, sería tan trascendente como vital para la
celebración. El pretexto tiene que ver con la intención de regresar ese
edificio a la iglesia católica. Se olvidan que gobiernan para lograr el mayor
beneficio en la comunidad, y esta comunidad necesita más de ese espacio para el
museo, que la iglesia para lo que sea que lo necesite.
¿El Grullo tiene vocación cultural?
Desafortunadamente el partido que gobernará los próximos tres años, parece ser
que no la tiene. Y sumado a la apatía y desinterés de los grullenses por las
actividades culturales alternativas, no hay una perspectiva esperanzadora. Se
advierte un camino difícil para la vida cultural en la ciudad. Esperemos, y
actuemos. Tal vez esto es solo un mal sueño y despertemos con la idea de que
nos equivocamos. Y sin embargo… los hechos dicen más que las palabras.
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